13 FORMAS PARA AUMENTAR LA RESILIENCIA
Te traigo 13 formas para aumentar la resiliencia
13 formas para aumentar la resiliencia. En esta nueva entrada vamos a ver qué es la resiliencia, y cómo podemos aumentarla a través de 13 consejos.
¿Qué es la Resiliencia?
La Resiliencia es la capacidad que tenemos los seres humanos, para asumir de una forma totalmente flexible, situaciones límites, así como el reponernos a ellas. Siendo resilientes, podremos seguir con nuestra vida, haciendo aquello que queremos hacer, sin que las circunstancias externas nos lo impidan.
Quizás estás pensando que es muy difícil e incluso imposible, pero… Hay una buena noticia, ¡esta capacidad podemos potenciarla!
A CONTINUACIÓN LAS 13 FORMAS PARA AUMENTAR LA RESILIENCIA:
Establece pequeñas metas alcanzables: Para alcanzar una meta grande, debemos cumplir muchas metas pequeñas. Si «dividimos» nuestros objetivos en pequeños, estaremos más enfocados y veremos pequeños resultados. Esto nos ayudará a seguir motivados camino hacia nuestras metas.
Cree en ti: Tú eres todo lo que necesitas para triunfar. Si vas cumpliendo las pequeñas metas que te vas poniendo, te acercas a tus objetivos y esto refuerza tu creencia de que puedes. (Otra de los grandes beneficios de las pequeñas metas de las que hablamos en el punto anterior).
Persevera: Si fuera fácil, todo el mundo lo conseguiría. Recuerda que las cosas magníficas llevan su tiempo, no quieras correr, simplemente disfruta el camino.
No procrastines: Es importante no dejar cosas para más tarde. Haz las cosas que no te gustan antes, será una forma de motivarte para terminar antes y hacer lo que quieres. Además, cuando dejamos cosas para después, solemos dedicarle más tiempo, porque además pensamos mucho en ellas. Esto nos quita energía y motivación, por eso es bueno hacerlas antes que otras cosas.
Tómate los problemas como regalos o trampolines: sé que esto es difícil de hacer, pero… qué tal si pensaras ¿Qué tengo que aprender de esta situación? ¿Qué cosa positiva me va a aportar esto que estoy viviendo? Hay un refrán que dice: «No hay mal que por bien no venga» y otro que versa: «Lo que no te mata te hace más fuerte». Pues eso, si te adueñas de estas frases y miras la vida como un aprendizaje, dejarás de pensar que la vida te castiga. Seguro que si miras atrás y te pones a pensar en los momentos más difíciles de tu vida, descubres que te han aportado grandes cosas sin las que tú no serías quién eres ahora.
Trata cada «problema» de forma independiente. No hagas de un evento con resultados adversos, una regla. Recuerda que cada circunstancia conlleva unos determinados factores que no son comunes siempre.
Los cambios son otro componente del crecimiento. La zona de confort nos encadena, mientras que el abandonarla nos hace libres.
Piensa en tus logros anteriores. Cuando más te cueste arrancar, piensa en momentos del pasado en los que te sentías de forma similar. ¿Qué ocurrió para que te sintieras mejor? ¿Cuánto duró ese estado? ¿Qué puedes hacer ahora para salir de ahí?
Apóyate en otras personas. Crea relaciones sinceras y siente que formas parte de algo mayor que tú. Disfruta de esos momentos. Recuerda que el socializar es un aspecto básico del ser humano, y que nos hace sentir más felices y realizados.
Trabaja en ti mismo. Aprende a quererte, mímate, felicítate cuando consigas algo. No te castigues cuando las cosas no salgan como quieres, simplemente confía y aprende de la situación. La próxima vez lo harás mejor.
Regálate momentos. Haz algo que te gusta contigo mism@ y disfrútalo. Hazlo frecuentemente, cada semana o mes cómo mínimo.
Desahógate cuando lo necesites: todos tenemos momentos que nos superan, y debemos expresarlos. Cuando lo hacemos nos liberamos, mientras que si nos reprimimos emocionalmente, podemos incluso enfermarnos. No se trata de ir llorando por las esquinas, pero muchas veces un día de llanto, nos ahorra semanas e incluso meses de desesperación.
Por último, busca soluciones: podemos enfocarnos en lo que no nos gusta o nos falta, pero esto no nos da nada positivo. Si nos enfocamos en buscar recursos que nos hagan sentir mejor, estaremos creciendo, conociéndonos y acercándonos a nuestras metas. Hay muchas formas de hacerlo: leyendo, meditando, formándonos… Un proceso de coaching es ideal para cambiar nuestro enfoque y descubrirnos a nosotros mismos.